Impresionismo (parte 1). ¿Por qué se le llamó así?

El impresionismo representó toda una revolución, llena de aire fresco, en medio de la pintura francesa (y europea) de finales del siglo XIX. Al igual que otras tantas etiquetas dentro del mundo del arte (como «gótico» o «barroco») el título de impresionista tuvo, en su origen, un tono despectivo. En este breve post te contamos de dónde surgió este mote que terminaría siendo tan exitoso en la historia del arte moderno.

Impresión, sol naciente (1873).

En 1880, Monet declaró en una entrevista periodística «Fue por mí que surgió el término, o al menos, por una pintura que expuse y que un reportero de Le Figaro aprovechó para escribir un artículo irónico. Resultó ser un éxito, como se sabe» (Venturi, L. Los archivos del impresionismo).

Monet, 1873. Impresión, sol naciente

En efecto, siete años antes, Monet había pintado un cuadro que mostraba, en plena madrugada, un sol naciente desde el puerto de Le Havre y una neblina azulada que mostraba apenas ciertos contornos de las barcas. Al igual que otros varios cuadros pintados en la misma ciudad, originalmente Monet había titulado esa obra «Vista de Le Havre». Ese título solo se entiende por su relación con la serie de cuadros pintados en la misma ciudad y que tenían el mismo título. De hecho, Le Havre ni siquiera es visible en el cuadro. En todo caso, Edmond Renoir (hermano de Renoir, el pintor), fue quien le hizo ver a Monet lo poco original y monótono que parecía utilizar el mismo título para sus obras de Le Havre. Monet, quien no parecía demasiado interesado en la cuestión, esquivó la crítica con facilidad: «Di que se llama Impresión». Y así fue titulada.

Impresión, sol naciente, fue expuesta en 1874 en la primera exposición de impresionistas (un acontecimiento especialmente interesante e importante del que hablaremos en el segundo post sobre el Impresionismo), que en ese entonces, por supuesto, no se llamaban así, sino: «Sociedad anónima de artistas, pintores, escultores y grabadores» (¡vaya que necesitaban un nombre!).

Portada del catálogo de la primera exposición de la Sociedad Anónima de Artistas, y un largo etc., quienes serían conocidos posteriormente como los impresionistas

Los cuadros de los pintores del nuevo movimiento eran radicalmente distintos a las pinturas dominantes de la época, que solían tener un acabado sublime, liso, y abarcar temas antiguos y clásicos. Los jóvenes impresionistas, por el contrario, trataban de capturar el momento vivo de la percepción con trazos rápidos en espátula o pincel, así como representar momentos de la vida cotidiana de las ciudades o paisajes naturales, que normalmente eran despreciados por los academicistas, quienes pensaban que la realidad no era tan hermosa como los ideales estéticos clásicos; si había que pintar un cuerpo, más valía no hacerlo demasiado parecido al real, era mejor acercarse a la representación de un cuerpo ideal. Frente a pintar un ideal, los impresionistas optaron por pintar la realidad misma, tal como es percibida en el momento.

A. Renoir 1875. Mujer con sombrilla en un jardín. Los temas naturales y cotidianos fueron de especial interés para los impresionistas

«¡Soy una impresión, soy una espátula vengadora!»

En este contexto, es fácil imaginar que los cuadros de la primera exposición impresionista no fueran necesariamente bien recibidos. El crítico de arte Lousi Leroy visitó la exposición y escribió un artículo burlesco en el diario Charivari. Afirmaba que era imposible distinguir cuál era la parte superior de un cuadro y cuál la inferior; los cuadros le parecían inacabados, bocetos que los perezosos artistas se negaban a pulir para darle el acabado realista/idealista esperado. Al llegar al cuadro de Monet, Impresión, sol naciente, finalmente exclamó: «¡Desde luego produce una impresión!» y luego comenzó a bailotear mientras hacía escarnio: «¡Mira! ¡Oh! soy una impresión, soy una espátula vengadora» (esa última frase, la verdad sí estuvo graciosa). Leroy, con sarcasmo, tituló a su artículo: «La exposición de los impresionistas» y, voilà!, la Sociedad Anónima de Artistas, Pintores, Escultores y Grabadores comenzó a conocerse como el movimiento de los impresionistas, con lo que parece confirmarse el hecho de que los pintores no suelen ser buenos para acuñar términos (de obras o movimientos), no así sus críticos.

¿Por qué fue tan importante la revolución impresionista? ¿cuál fue su principal aportación? ¿por qué se volvieron tan famosos? En una semana entregaremos el segundo post sobre este tema.

Deja un comentario